viernes, 20 de noviembre de 2009

sombras de un árbol (1)

Sombras de un árbol


-Ya estamos aquí- dijo Marta alegremente mientras cargaba con unas cuantas cajas hacia el interior de lo que sería nuestro futuro hogar.


-Ayudame Carlos, y tu también, Santiago- me decía Marta, mientras observábamos los dos simpáticamente a nuestro pequeño hijo cargar con sus juguetes.


Hola, me llamo Santiago, y soy, o intento ser escritor pero el trabajo de enlazar las palabras sobre un folio no es tan sencillo como parece. Recientemente nos hemos mudado a una casa que está en las afueras, a causa que dentro de nueve meses, nuestra familia dispondrá de un miembro más.


Paseaba por el jardín cuando vi un alto árbol, de madera seca y, ya sin hojas. Este árbol llamó enormemente mi curiosidad, ya que, según decían, en el habían sido ahorcados numerosos criminales antiguamente, y, según se murmuraba en el pueblo, estaba encantado. Tonterías.


-!Santiago, ven a ayudarnos!- se oyó desde el segundo piso.

-!Voy!- dije.


Me dirigí a mi coche, cargué una pesada caja y me dirigí escaleras arriba. Al llegar encontré una luminosa habitación donde se hallaban Marta y Carlos.


-Precioso ¿no crees?- me susurró Marta- si quieres, esta podría ser nuestra habitación- asentí con la cabeza. Marta me respondió con una cálida.


Aquella noche todos estábamos muy cansados, Carlos, fue el primero en dormirse, y Marta, insistió para que nos fuéramos a la cama, y lo consiguió.

...



No hay comentarios:

Publicar un comentario